La obra del multi promocionado cable bus de Morelia -con el que supuestamente se dará solución al problema de los congestionamientos vehiculares en la ciudad-, comienza a dejar afectaciones en la vía pública, con la construcción de las torres para el tendido del cable por donde se desplazarán las cabinas de pasajeros.
Ejemplo de ello es el caso de la casa marcada con el número 214 de la calle Amadeo Betancourt, en la colonia Felícitas del Río, propiedad de Lourdes Flores Hernández.
La colocación de la cimentación para recibir una de las torres ha dejado entrever que el frente de la vivienda vendrá a terminar con las aspiraciones de un mejor nivel de desarrollo para Lourdes y su familia.
La torre impedirá que la familia pueda construir una cochera para resguardar su vehículo; es más, ni siquiera podrá estacionar su auto en el frente de la casa: La “modernidad” del teleférico ya violenta a Lourdes Flores y a su familia.
Pero hay más. Los trabajos que ejecuta una constructora subcontratada por el ganador de la “licitación”, ha dejado problemas a los vecinos de la calle Amadeo Betancourt, quien han sufrido por el cierre del las válvulas de distribución de agua potable por la ruptura de tubería.
También han afectado la red de drenaje con las consecuencias de que las aguas negras han sido desfogadas en plena vía pública, para incomodidad de los vecinos por los malos olores.
Este domingo 16, el joven Edgar Omar “N”, de 17 años, sufrió un accidente al caer por la falta de protección y señalética en la zona de la obra; sufrió fractura en una de sus manos.
Para este martes se tiene contemplada una manifestación de vecinos, con la advertencia de que podrían paralizar la obra, en caso de que no se obtengan respuestas favorables sobre los desperfectos que se han tenido en la calle, aunque en el caso de la familia Flores el daño será irreversible.
