Ante el clima enrarecido que prevalece en torno a la figura del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Marco Antonio Tinoco Álvarez, bajo la acusación en su contra de mantener una estructura administrativa paralela a la formalmente establecida, además de mantener una relación poco cordial con los empleados del organismo y no convencer con su trabajo a la Comisión Legislativa encargada de inspeccionar su labor, la salida digna para el Ombudsperson es la renuncia voluntaria.
Al existir ya un dictamen de la Comisión de Derechos Humanos de la LXXV Legislatura, que acuerdo con su titular, Ivonne Pantoja Abascal, se basa en el análisis y documentación de quejas por el desempeño poco efectivo de Tinoco Álvarez, su permanencia al frente del organismo es poco viable.
A la opinión que tienen los legisladores sobre el desempeño del Ombudsperson, se suman las quejas de los trabajadores que han tenido que salir a las calles para hacerse escuchar, a través de manifestaciones en contra de Tinoco.
No hay, al menos públicamente, posicionamientos de apoyo a favor del presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, por lo que literalmente, según personas allegadas a su oficina, solo.
En consecuencia -opinan expertos consultados- la renuncia voluntaria es la mejor de las opciones para el Ombudsperson, antes de que se proceda de otra forma para su salida.
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