Al renunciar a su militancia de 35 años, la diputada local Julieta Gallardo se refirió al Partido de la Revolución Democrática como un instituto que traicionó las causas que le dieron origen y hoy está convertido en un “cascarón” vacío con personajes que lucran con la institución para mantener y alimentar fines aviesos.
“Con mucho pesar tomo esta determinación por el profundo amor, compromiso y trabajo que he profesado a este proyecto político, me conduelo por la manera en que se ha traicionado y dado la espalda a una lucha por la que compañeras y compañeros entregaron la vida, resulta lastimosa la manera con la que se ha lucrado con aquello que fue un gran esfuerzo de miles de mujeres y hombres para consolidar una opción política de izquierda real y efectiva para México”, refiere el comunicado que a la par de la formal renuncia se hizo circular.
“Mi determinación obedece a un acto de congruencia personal, no soy de quienes buscan mutar para subsistir en el círculo rojo, mis decisiones son con apego a lo que ha sido mi ruta de vida en lo político, lo público y lo privado, porque para mí el interés público y de México, no es un concepto vacío, es razón de ser y asumir mi responsabilidad con mi querido estado y país”, señala en su misiva la ahora ex perredista.
