INFORMACIÓN DE VERDAD

Política

El tema de “tiempo de mujeres” sacó a relucir rencores, divisiones y reclamos en el Congreso 

Era la última sesión del segundo periodo ordinario de la 76 Legislatura. La estrategia de la diputada Fabiola Alanís de dejar como último punto su posicionamiento sobre el “tiempo de mujeres”, porque apenas concluyó, una retahíla de legisladores aprovecharon el tema para sacar a relucir reclamos, rencores y hasta marcadas divisiones dentro del bloque de Morena y aliados.

En tribuna, Alanís recurrió a términos filosóficos y académicos de autoras a favor del feminismo como Silvina Federici, Virginia Woolf, Rita Segato y Simone de Beauovoir, a quienes recomendó leer.

“En los últimos días hemos escuchado con mucha indignación dirigirse a nosotras y a nuestra participación política de manera despectiva y violenta”, argumentó la coordinadora de la Junta de Coordinación Política.

Creo que cuando nosotras ganamos con argumentos, con capacidad, convicción y trabajo, “intentan descalificarnos con violencia  simbólica, mediática y hasta física”.

“La misoginia es el pánico del patriarcado ante la posibilidad de que reclamemos libertad y autonomía”, prosiguió.

El empleo de la literatura de las autoras antes descritas se rompió abruptamente cuando de su cosecha Alanís reclamó: “ No comparto el absurdo irrespetuoso e irresponsable dicho de que es una fijación mental que las mujeres queramos gobernar; fijación mental es creer que solo los hombres nacieron con derecho a mandar y conducir la sociedad”.

Y sentenció a manera de pregunta: “¿Desde cuando aspirar a gobernar es una enfermedad. Saben qué realmente es una fijación mental? …. la obsesión de vernos a las mujeres de rodillas”.

La indirecta -para algunos muy directa- por aquello de la efervescencia política llevada a ebullición desde muy temprano y lo del tiempo de mujeres, provocó la reacción de quienes tenían algo que decir y lo dijeron.

Tras los dichos de Fabiola, una fila de legisladoras se encendió. Pareció que únicamente faltaba aquel chispazo que les hiciera prender sus sentimientos y Alanís lo hizo. Su estrategia de pensar que su discurso sellaría el fin de periodo ordinario con un aplauso, no resultó.

Las diputadas Vanessa Caratachea, Belinda Hurtado Marín, Sandra Olimpia Garibay, Itzé Camacho Zapiain, aprovecharon para recriminar el abuso, desdén, indiferencia y violencia de la que dijeron han sido objeto.

Así, en retahíla, cada una de ellas a su estilo y de acuerdo a su sentir hablaron de la incongruencia que representa hablar del “tiempo de mujeres”, cuando ellas mismas han sido ignoradas en el propio Congreso.

Caratachea expuso la ausencia de atención a su petición de recibir las copias de las actas de sesiones anteriores, en lo que dijo es una medida dilatoria para evitar que acuda ante las instancias competentes para inconformarse por violaciones al proceso legislativo.

Hurtado reiteró sobre la incongruencia que significa hablar de equidad a conveniencia y puso como ejemplo la no atención a incrementar salarios a asesoras y secretarias técnicas del propio Congreso.

Garibay se quejó de la desatención de que ha sido objeto en cuestiones partidistas, al no ser invitada siendo más morenista que el propio dirigente estatal de ese instituto. “Felicito a la diputada Fabiola por su discurso, pero le invito a aplicarlo, porque yo he sido violentada cuando me han dicho, o lo bajas o vamos en contra”, recalcó.

Camacho puntualizó, “hablando de.. es ‘tiempo de mujeres’ y en mi contra votando a voto abierto a favor de un hombre y por qué aquí, ahora que se quiere la gubernatura, como no hay gallo, hay gallinas o qué.

Y así, el corolario en cerca de 30 minutos, del segundo periodo ordinario de sesiones…. tiempo de mujeres.