Texto y fotos: Carmen Stefanya Mejía Calderón
Faltaban 15 minutos para las 16:00 hrs. cuando empecé mi recorrido por la Avenida Madero, de la ciudad de Morelia, misma que el día de hoy, 18 de mayo de 2023, celebra su 482 aniversario. Parecía que iba a llover, pues en el cielo se podían observar nubes grises, sin embargo, mientras hacía mi caminata no llovió, ninguna gota cayó del cielo.
Por las banquetas de la calle se podían observar a varias personas, como en cualquier ciudad unas iban caminando con prisa y otras iban con calma.
Como ya es costumbre, el día de hoy se ofrece un concierto, en el cuadro principal de la ciudad, a los morelianos que están eufóricos por el aniversario. Por ese motivo, se empiezan a cerrar algunas calles aledañas al primer cuadro del Centro Histórico. A las 4:55 p.m ya se empezaban a colocar las primeras barreras de metal que horas más tarde funcionaríancomo filtro para ingresar al mega concierto planeado para la noche de hoy.
Mientras más me acercaba a Catedral, probablemente la iglesia que para la mayoría de los morelianos es vista como un emblema de la ciudad, me percaté que desde el inicio de la plaza Melchor Ocampo y hasta una de las tiendas departamentales con más tiempo en la ciudad, Sanborns, se observaba a un gran número de elementos de la policía municipal y estatal; probablemente estarían a punto de iniciar alguna actividad relacionada con su labor el día de hoy.
No supe la razón porque rápidamente robó mi atención el escenario enorme que se ubicó, este año, muy cerca del Hotel Virrey de Mendoza. No había ningún grupo musical tocando, todavía, sin embargo, se estaban haciendo las pruebas de sonido necesarias para que, cuando inicie el evento principal, salga todo perfecto.
Aunque faltaban algunas horas para que comience el gran festejo, a las 5:00 p.m en punto, no faltaban los curiosos que se acercaban a ver el escenario principal.
No había muchas actividades en el primer cuadro de la ciudad; un día antes se colocaron, en la famosísima plaza de armas, una serie de fotografías de distintas épocas.
No tenía mucho qué hacer, sin embargo, en mi camino de regreso, cuando pasaba por las calles del mismo centro, pude observar algo: la verdadera esencia de la ciudad.
La ciudad posee un gran número de lugares emblemáticos, esos que hacen sentir orgullo a los morelianos, sin embargo, la vitalidad de la ciudad son sus habitantes.
Recorrer las calles de Morelia, bajo un cielo nublado, es una experiencia conmovedora. Observar su arte callejero, sus ventanas embellecidas con flores bugambilia o prestar atención a los detalles que adornan las distintas casas del Centro Histórico son algunas de las maneras de entender porqué Morelia brilla.
Terminé mi recorrido a las 5:30 p.m, en él entendí que la ciudad es lo qué es gracias a sus habitantes. Esta celebración es de todos ellos, son las luces que ocasionan un resplandor.
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