Ante la nueva acusación en su contra sobre la presunta comisión de delitos electorales por parte de funcionarios estatales -querella formalmente presentada ante la Fiscalía Especial Para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE)- la administración del gobernador Silvano Aureoles Conejo ha guardado absoluto silencio.
A 24 horas de que se hizo público el hecho por parte del delegado en Michoacán del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Raúl Morón Orozco, el Gobierno del Estado no ha tenido ninguna reacción.
De hecho, han sido ya cuatro la acusaciones serias en contra de gobierno silvanista, sin que se haya tenido respuesta alguna.
Han sido dos las denuncias sobre la presunta red de corrupción para desviar recursos a favor del candidato oficial Carlos Herrera Tello; una por amenazas del mandatario, vía whatsapp, a personas que cambiaron de filiación política; y otra más por coacción del gobernador hacia los jefes de departamento de la administración estatal para que consigan votantes a favor del aspirante del PRI-PAN-PRD.
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