La riqueza prehispánica de Pátzcuaro quedó bajo tierra con construcciones de la época colonial y solamente a través de estudios que se logran realizar se puede tener algún acercamiento hacia la magnitud de la grandeza de lo que fue esta tierra.
Así lo refirió la arqueóloga e investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Eugenia Fernández Villanueva, al señalar que debido a las edificaciones actuales impiden conocer lo que hay debajo, pero se trata de monumentos relacionados con el sitio Pátzcuaro-Tzintzuntzan-Ihuatzio, como parte del señorío P’urhépecha.
El tema ha sido retomado,luego de los hallazgos registrados bajo la calle Ahumada, donde debido a los trabajos de restauración quedaron al descubierto vestigios de lo que se creía pudieran ser estructurados de algún monumento prehispánico.
Tras los estudios correspondientes, se llegó a la conclusión de que lo hallado tiene origen colonial, pero sobre estructuras prehispánicas, sí que se pueda avanzar con profundidad porque no se puede poner en riesgo las actuales construcciones, las cuales podrían colapsar ante una apertura por muchos días.
Durante una exposición ante medios de comunicación interesados en conocer más sobre el hallazgo registrado de manera fortuita a raíz de las obras en la calle Ahumada, el presidente municipal de Pátzcuaro, Julio Arreola Vázquez, y representantes de INAH, se estableció el tipo y origen de lo que inicialmente parecía ser el basamento de una estructura prehispánica.
“Se trata del nivel original de una calle empedrada con un canal presumiblemente para agua pluvial; eso se intuye con base en las características de obras coloniales, aunque también se utilizaban piedras talladas, pertenecientes a estructuras creadas antes de la llegada de los españoles”, indicó Eugenia Fernández.
La duda se acrecentó debido a que en una parte de la excavación se encontraron algunos materiales arqueológicos, como pedazos de ollas y platos coloniales elaborados con cerámica y navajas de obsidiana.
“La construcción colonial tiene elementos que vienen de monumentos arqueológicos, como piedras que están talladas a la usanza prehispánica y reutilizadas en la colonia por los españoles para hacer calles”.
Las obras para rehabilitar las redes actuales de drenaje y agua potable condujeron a encontrar los vestigios que llamaron la atención, por lo que se reportó al Instituto Nacional de Antropología e Historia para que se profundizara sobre el particular.
Se pudo corroborar que se trata de un canal de desagüe pluvial de origen colonial, aunque hay otro canal de barro que fue construido posteriormente.
Ante las especulaciones de un primer momento, el investigador Víctor Manuel Hernández, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo hizo acto de presencia para hacer un levantamiento terrestre, además de la participación de otros especialistas que realizan estudios de polen, además de que se han hecho otros trabajos en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México, con una técnica de geomagnetismo.
Se concluye que en el asentamiento localizado convivieron los dos materiales, el prehispánico y el colonial, de ahí que sea tan difícil precisar su temporalidad, de tal manera que hasta el estudio detallado se podrá empezar a dar fechas.
Realizados los levantamientos correspondientes se deberá proceder a cubrir el hallazgo porque de lo contrario se pone en riesgo a los actuales edificios.
Lo que sí ha sido recolectado son las piezas de cerámica y o obsidiana como elementos para que posteriormente se hagan explicaciones complementadas con fotografías y leyendas en torno a cómo está constituido el Centro Histórico de Pátzcuaro, sobre estructuras prehispánicas que han quedado bajo tierra.
El secretario de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología del Municipio, Juan Carlos Flores de Jesús, recordó que Pátzcuaro se encuentra construido sobre un asentamiento prehispánico, por lo que “vamos a seguir encontrando, no solo en ésta, sino en muchas más obras, vestigios”, por lo que “estamos estableciendo los canales tanto técnicos, como legales, con el Instituto para poder documentar todos los elementos arqueológicos o coloniales que se pudieran encontrar”.
En tanto, el investigador Roberto Hernández Huerta puntualizó que hacia él años de 1990 se publicó la declaratoria de Zona de Monumento Históricos para la Ciudad de Pátzcuaro, cuya zona protegida comprende 42 manzanas y 300 inmuebles, con un valor histórico comprendido del Siglo XVI al XIX, dentro de los cuales 12 corresponden a arquitectura religiosa y los restantes a arquitectura civil, además, en el 2002 se declarada Pueblo Mágico, el primero de los 9 de Michoacan y octavo a nivel nacional”, por todo ello, aseveró que se ha seguido un Plan Maestro para la reconstrucción y rehabilitaciones de áreas, por lo que la Calle Ahumada es la sexta Calle de este plan para homogeneizar los materiales.
Las autoridades municipales y del INAH coincidieron en que en la “recuperación de la imagen urbana con la pavimentación en empedrado ahogado, con piedra volcánica china, banquetas en recinto volcánico y guarniciones en la calle Ahumada”, se ha hecho un trabajo coordinado y de respeto, entre las instituciones involucradas, a fin de que siga la obra municipal y a la vez, dejar un registro arqueológico de la época histórica de Pátzcuaro.
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