En un nuevo revés a su estrategia de defensa, el presunto homicida de la maestra Jéssica González, Diego Urik, ha sido canalizado ante un Tribunal de Enjuiciamiento, luego de que la magistrada de la Octava Sala Penal del STJE, Laura Alanís García, consideró improcedentes los argumentos esgrimidos por el acusado, que incluían confinamiento dentro del penal, deficiente defensa, tortura a su padre y “afectación a su imagen pública”.
En audiencia de exclusión de medios de prueba, la magistrada desechó uno a uno los argumentos presentados por la parte defensora, con lo que se pretendía llegar a la libertad probatoria de Diego Urik, quien está acusado de haber causado la muerte a Jéssica el 21 de septiembre de 2020, hecho tras el cual huyó al estado de Jalisco, donde fue arrestado el 30 de septiembre de ese año.
El nuevo abogado de Diego presentó el recurso de prueba nueva, donde incluyó el señalamiento de que sus dos anteriores abogados incurrieron a una serie de errores técnicos que dejaron en estado de indefensión a su cliente, lo que -se argumentó- le dejó en desigualdad jurídica en cuanto a la parte acusadora.
En la audiencia de este martes, la magistrada Alanís García consideró que tanto ese elemento, como el de aislamiento al interior del penal donde está internado (lo que presuntamente impidió al acusado estar enterado del proceso), las amenazas a su padre y la afectación a su imagen, son figuras que no están a su alcance atender, sino que deben ser denunciadas ante la instancia correspondiente, es decir, la Fiscalía General del Estado.
Hacia las 12:55 horas, la magistrada emitió su resolución: se canaliza el asunto al tribunal de enjuiciamiento.
La determinación abre la posibilidad de que en los próximos días se inicie el juicio oral en contra de Diego Urik para que se emita sentencia, luego de 17 meses del homicidio de Jéssica.
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