El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) reabrir la investigación en torno a los granadazos del 15 de septiembre de 2008, considerado el primer acto terrorista en contra de la población civil en México, el cual dejó un saldo de ocho muertos y cerca de 100 heridos, cuando en el Centro Histórico de Morelia manos criminales hicieron detonar granadas de fragmentación en plena celebración del Grito de Independencia.
Desde el balcón central de Palacio de Gobierno, el entonces gobernador Leonel Godoy Rangel lanzó la arenga para recordar a los héroes que nos dieron patria y libertad y cuando se disponía a hacer repicar la campana, ésta se trabó generando confusión porque lo que sí se escuchó a unos 60 metros de ahí, fue el estruendo de una granada de fragmentación.
La detonación provocó que ocho personas murieran a consecuencia de las esquirlas que golpearon sus cuerpos, mientras que unas 100 resultaran con lesiones, muchas de las cuales hoy en día siguen causándoles problemas físicos.
Tras los acontecimientos y en una precipitada investigación, tres individuos fueron entregados -con evidentes huellas de tortura- a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) como supuestos autores “confesos” del atentado.
El presidente Felipe Calderón Hinojosa “celebró” la detención, en tanto se acrecentaban las diferencias con el gobernador Leonel Godoy.
Los tres detenidos quedaron meses más tarde en libertad al comprobarse que se trató de un engaño para tratar de apaciguar los comentarios de la opinión pública que reclamaba justicia por los tristes acontecimientos.
Hoy, a punto de cumplirse 14 años de los hechos de aquella noche del Grito en Morelia, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha solicitado a la Fiscalía General de la República (FGR) se reabra la investigación para buscar castigar a los autores del atentado.
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