El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, reiteró su posición en cuanto a la construcción de los cuarteles de policía que por varios puntos de Michoacán realizó la pasada administración, al afirmar que hubo un fraude estratosférico con sobreprecios y mala calidad en los trabajos, por lo que se mantiene la acusación ante la Fiscalía General de la República (FGR), en busca de responsables del daño patrimonial a las finanzas michoacanas.
Durante la conferencia de prensa de los miércoles, el mandatario explicó, a pregunta expresa, por qué en la mayoría de los casos no se han puesto en operación los cuarteles, como el caso de Morelia donde los costos no son los reales, es decir “se inflaron las cifras”.
Misma situación ocurrió en los casos de Huetamo y Lázaro Cárdenas donde se pagaron altas cantidades, entre 800 y 900 millones de pesos por cada uno, “ahí hay un fraude”, afirmó Ramírez Bedolla.
Hay otros casos como Zamora, donde no hay drenaje y no llega el agua potable; mientras que en La Piedad la mala calidad de la obra ha provocado la caída de una parte de la barda perimetral.
Esa es la razón por la que no se han puesto en operación algunos de los espacios destinados a brindar servicio y atención a los policías que deben pernoctar, comer y pasar la mayor parte de sus respectivas guardias en esos sitios.
Fue enfático al pronunciar que hay situaciones en los que una misma empresa hizo varias construcciones, con el factor común de la elevada cantidad que se pagó por ellas.
Esas son las razones por las que no los hemos recibido, explicó a los reporteros el mandatario.
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