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Opinión

LitioMx

Jorge Álvarez Banderas

Llama la atención que en el evento “oficial” del aniversario de la expropiación petrolera el pasado 18 de marzo, se aluda a la “supuesta” expropiación del litio de fecha 18 de febrero de 2023 como un acto hermanado en la historia con la primera fecha,   relativo   a   la   nacionalización   petrolera,   como   el  epílogo   de   la   lucha revolucionaria y el comienzo de la industrialización del México moderno.

Este tipo de manifestaciones nacionalistas de naturaleza demagogas, no tienen  una   repercusión directa   en   el   patrimonio   de   los   mexicanos;   en   materia petrolera  pagamos   por   el   gas   y  combustible   que   consumimos;   tocante   al   litio, pasaran   muchos   años   para   materializar   su  extracción,   comercialización   y determinar un resultado económico en favor de la nación, no de los mexicanos.

La soberanía constitucional es parte de una idea romántica desde 1857, la voluntad   del   pueblo  mexicano  de   constituirse   en   una   república   representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos, unidos en una federación, no es más que una copia que hace el constituyente originario, de lo establecido por las trece colonias británicas originales en américa del norte con el reino de Gran Bretaña 87 años antes.

Desde   la   reforma   constitucional   de   1917,   corresponde   a   la   nación   el dominio   directo   de  todos   los   minerales   o   substancias   que,   en   vetas,   mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta  de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales   y   metaloides  utilizados   en   la   industria;   los   yacimientos   de   piedras preciosas, de sal  de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explotación   necesite   trabajos   subterráneos;   los   fosfatos   susceptibles   de   ser utilizados   como  fertilizantes;   los   combustibles   minerales   sólidos;   el   petróleo   y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos.

Otra   idea   romántica   presente,   es   la   de   la   supuesta   “expropiación”   o “nacionalización” del litio, independientemente de la reforma a la Ley Minera de 20 de   abril   de   2022,   del   Decreto   por   el   que   se   crea   el   organismo   público descentralizado denominado Litio para México (LitioMx) de fecha 23 de agosto de 2022; del Decreto por el que, por causa de utilidad pública, se declara zona de reserva minera de litio la denominada “Li-MX 1” publicada un día sábado en una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación, así como del Acuerdo por el que se instruye a la Secretaría de Energía a realizar lo que en el mismo se indica, publicado en la misma fecha.

Lo   cierto   es,   que   en   la   legislación   la   puerta   esta   abierta   para   que   la inversión privada participe en la explotación del litio al utilizar un lenguaje ambiguo sobre la inversión privada; difícilmente con una administración como la actual, se podrá atraer la inversión necesaria para detonar su potencial. @lvarezbanderas

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