Daños materiales que ascienden a unos 20 millones es de pesos provocados a bienes públicos y privados en la ciudad de Morelia, dejó la manifestación de comuneros de Arantepacua, municipio de Nahuatzen, que protestaron por el séptimo aniversario de la incursión de fuerzas policiales en esa comunidad de la meseta purépecha y que dejó un saldo de 4 muertos, 6 heridos y 38 detenidos.
Desde temprana hora los arantepacuenses llegaron a la capital michoacana y violentamente se manifestaron en el exterior de Casa Michoacán, donde quemaron una moto patrulla de la Guardia Civil, lo mismo que un camión de una distribuidora de agua purificada. En su transitar rumbo al centro de la ciudad incendiaron una unidad de una empresa de mensajería y prosiguieron con pintas, agresiones a automovilistas y daños a vehículos.
En el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), la emprendieron contra una camioneta, destrozando vidrios y quebrando faros.
En la delegación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) destrozaron puertas y ventanas para ingresar a una de las oficinas, arrojando al suelo computadoras y papelería, además de robar objetos, sin que ninguna autoridad de ningún orden de gobierno hiciera siquiera el intento de detener el vandalismo.
Ya ubicados frente a Palacio de Gobierno del Ejecutivo estatal, realizaron pintas, agredieron a transeúntes y automovilistas además de apoderarse de un vehículo de una firma refresquera el cual utilizaron como ariete para tratar de derribar la puerta del recinto histórico, lo que propició una primera intervención de fuerzas del orden que desde el interior lanzaron gases lacrimógenos en el intento por detener la agresión de los manifestantes.
Cuando los comuneros de Arantepacua estaban decididos a derribar la puerta del Palacio de Gobierno, se dio la orden de que el grupo de antimotines saliera a confrontar a los manifestantes, dándose el enfrentamiento entre policías y comuneros con piedras, palos, botellas y gases lacrimógenos, además de persecución de los rijosos por varios puntos del primer cuadro de la ciudad.
Finalmente se dio un primer acercamiento entre los rijosos y la autoridad gubernamental para poner fin a la violenta manifestación que habría dejado un saldo de al menos 10 policías y ciudadanos lesionados. En esta ocasión los comuneros de Arantepacua fueron apoyados por jóvenes inscritos en escuelas normales de Michoacán, que acompañaron a los manifestantes con pintas en edificios históricos, ataque a puertas y ventanas, edificios de la iniciativa privada e incluso de casas particulares.
Por último el secretario de Gobierno de Michoacán Elías Ibarra Torres, hizo un llamado a que los comuneros busquen el diálogo con la instancia gubernamental y se evite este tipo de manifestaciones.
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