Indignada en contra de quienes la han acusado de “traición” y de faltar a la confianza que le dieron los electores para defenderlos del exceso de poder, la senadora de la República y ex presidenta municipal de Salvador Escalante, Araceli Saucedo Reyes, anunció este lunes que acudirá ante la Fiscalía General de la República (FGR) para denunciar por violencia política en razón de género, a sus detractores.
Y es que a raíz de que formalizó su adhesión a las filas de Morena para abonar a la mayoría calificada de esa fuerza política y sus aliados en la Cámara Alta, Saucedo recibió infinidad de críticas, incluidos dirigentes y militantes del PAN, PRI y PRD, por haber cedido a la tentación de aliarse al partido gobernante, cuando había ofrecido ser una “resistencia y contrapeso al poder”.
Las críticas incluyeron la aparición de mantas en varios puntos de Morelia, recriminando el proceder de la también ex diputada local y federal.
Este lunes, Araceli Saucedo hizo distribuir un comunicado que a la letra dice:
“En México la violencia política en razón de género contra la mujer no debe tener cabida, y es deber de todas y todos combatirla y ponerle freno con los instrumentos legales que rigen al Estado Mexicano.
En congruencia con ello, y frente a la violencia de la que ha sido objeto en los últimos días, la senadora Araceli Saucedo Reyes presentará una denuncia ante la Fiscalía General de la República por amenazas, daño a la propia imagen y violencia debido a las agresiones contra su persona y familiares.
El legítimo derecho a la crítica sobre las determinaciones que toman las y los representantes populares, no debe transitar hacia la frontera de la violencia, poniendo en riesgo la integridad de la persona, ni menoscabar la calidad y capacidad de una mujer como política, con constantes muestras de violencia simbólica en su contra.
Toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género, ejercida en la esfera pública o privada que busque o limite, anule o menoscabe el ejercicio efectivo de los derechos políticos de las mujeres, y su libre desarrollo de la función pública y en la toma de decisiones, es violencia política en razón de género, y por tanto factible de ser sancionada.
Es inadmisible en los tiempos actuales, para cualquier persona este tipo de situaciones, porque la violencia política por razones de género afecta los logros obtenidos por las mujeres mexicanas durante décadas de lucha para su plena participación política en el país”.
Se remata el boletín señalando que la senadora “ha sido objeto de amenazas, hostigamiento y calumnias que dañan su identidad, además que vulneran y ponen en riesgo su integridad y la de su familia”.
Las afirmaciones han tratado de menoscabar su calidad y capacidad de mujer como política, con constantes muestras de violencia simbólica en su contra.