Ahí, en el bote de la basura, quedaron las cartulinas que con leyendas en señal de manifestación de dolor y exigencia de ¡justicia! expresaron colegas y amigos del periodista de Uruapan, Mauricio Cruz Solís, ultimado a balazos la noche del martes en el Centro Histórico de aquella ciudad.
Apenas habían transcurrido unos breves minutos de que reporteros uruapenses concluyeron su manifestación y colocado cartulinas en el exterior de la Casa de la Cultura, donde despacha el presidente municipal, Carlos Manzo Rodríguez, cuando se dio la orden de retirar los lienzos de papel y mandarlos ¡a la basura!
El mensaje del edil uruapense es claro: Carece de sensibilidad y empatía para comprender el dolor que para la familia de Mauricio Cruz Solís representa por poder abrazarlo más ni esperar su llegada cada noche, después de su jornada de labor periodística; ni, muchos, para entender lo que para el gremio periodístico significa la partida de un compañero al que a la fuerza de las balas se le ha callado.
El bote de la basura es para el munícipe Carlos Manzo, el sitio al que deben ir las manifestaciones que se atreven a poner en entredicho su accionar como gobernante, el cual debe incluir velar por la seguridad de los ciudadanos, aún y cuando le critiquen, aún y cuando piensen y escriban que su labor deja mucho qué desear.
”Más tardamos en colocar las pancartas que ellos en quitarlas”, dijo uno de los comunicadores uruapenses, desconcertado por la actitud asumida por el presidente municipal al dar órdenes de proceder de tal manera.
Otro más trataba de tener la respuesta de una funcionaria del Ayuntamiento del por qué se mandaron a la basura las cartulinas, al tiempo que le decía “en el Congreso del Estado y en el palacio de gobierno permanecen las cartulinas que mis compañeros colocaron en la mañana”.
Alertados del destino que tuvieron las cartulinas, los comunicadores uruapenses las recataron y las colocaron en el suelo, haciéndolas acompañar de sus equipos de trabajo, cámaras, micrófonos, mochilas y tripiés.
